En días pasados fue mi cumpleaños y gracias al avance de la tecnología, en mi mundo, la gente ya no llama por teléfono para felicitarte, ni siquiera la familia más cercana lo hace, ahora TODA mi vida social se maneja por facebook, eso incluye las tan personalísimas felicitaciones por mi cumpleaños. Si yo entraría a un concurso de popularidad en base a las llamadas telefónicas que recibí con motivo de mi onomástico tuviera el último lugar, pero por ésta red social recibí cerca de 200 felicitaciones (100 más que el año pasado! Rompí mi propio record!), eso incluye amigos de todas partes del mundo!
Obvio que el día de mi cumpleaños no tuve tiempo para responder a todas éstas felicitaciones ya que me encontraba celebrando junto a mi esposo en mi restaurante favorito. El año pasado estaba tan ocupada (embarazada de mi primer hijo) que no lo hice, por lo que hoy –cinco días después de mi cumpleaños- me dispuse a responderles a mis amigos y mientras estaba realizando tan importante tarea empezaron los recuerdos, recuerdos de instantes imborrables en mi memoria, instantes que pase con cada una de éstas personas que se tomaron por lo menos 2 minutos de su tiempo para felicitarme. Al responderles a cada uno me acordaba de algún momento en particular disfrutado en compañía de dicha persona .
No he terminado de responder, creo que voy en la persona número seis, pero me he dado cuenta de algo, la vida se compone de instantes.. cuando digo “vida” no quiero decir aquel largo o corto tiempo que pasamos sobre ésta tierra, sino aquellos momentos cuando realmente nos sentimos vivos, cuando sentimos que vale la pena estar aquí… y cada amigo esta impregnado de instantes compartidos juntos, no importa cuánto tiempo se conozca a esa persona, lo importante no es la cantidad sino la calidad de los instantes vividos! Y gracias a dichos instantes, a pesar de la distancia, a pesar del pasar del tiempo, a pesar de que día con día como seres humanos vamos cambiando, nuestros amigos siempre serán eso AMIGOS…………….. mi corazón se regocija al recordar esos instantes inolvidables, unos en momentos muy felices y otros no tanto, pero siempre hechos para marcar y unir mi vida y la de mis amigos.
Gracias por compartirlos!
30 de junio del 2011.
